sábado, 21 de febrero de 2009

LA HERENCIA DE JOAQUÍN ARCE

Podéis comprobarlo, subid al cabezo de La Airalta, mejor durante los meses de invierno, recorred con vuestra mirada toda la huerta, dormida de Castelnou. Colores grises y marrones dominan el paisaje, ¿todo?,... ¡no!
Hay unos rodales de verde intenso aquí y allá, ¿qué son?
Son los campos del tio Joaquín "El Orito", hermosas copas con sus gruesos troncos de pino piñonero y carrasco, que cubren la totalidad de lo que fueron sus huertos, los cuales no se incluyeron cuando se realizó la concentración parcelaria.
Tuve la suerte de conocer al tio Joaquín desde muy pequeño. Lo recuerdo con su banasto, la azada, prácticamente redonda de largos años de uso, la fal, la zoqueta y su fiel compañera, la tijera de podar. Sus campos eran jardines botánicos, árboles frutales de todas las clases y variedades, rosales, crisantemos, dalias, geranios hierbas aromáticas... ¿y semillas?, las tenía todas, planteros de todas las clases. Era común oír "... se me ha olvidado sembrar tal plantero, o no me ha nacido, voy a ver, el tio Joaquín lo tendrá..."
Cuando entrabas en aquellos huertos-jardín él te iba explicando mientras lo acompañabas haciendo todo el recorrido, no escatimaba en palabras, era un gran conversador. Por aquel entonces año 1965, los pinos apenas tenían la altura de un hombre. Era un hombre biófilo (amigo de la vida). Aparentemente no era de los que en "tiempos bajos", como ahora denominaríamos un triunfador, personalmente me transmitió unos valores y dejó una huella imborrable.
Cuando hoy día paso por lo que eran sus huertos-jardín reconvertidos en bosquetes, siempre le digo, "Muchas gracias Joaquín Arce por tu HERENCIA".

1 comentario:

  1. Hola Manolo:

    Soy José Luis, tu primo medio canario. Hace algunos meses descubrí esta página y cuando tengo algún tiempo voy leyendo y viendo lo que se publica. Me gusto ver tu artículo y la forma en que lo redactas. Busco por si has escrito algo más, pero no encuentro. UN FUERTE ABRAZO

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